Hace ya mucho que tocaste mi vida, hace mucho que nada es igual. Que no soy quien ni puedo hablar de felicidad si no están tus manos rodeando mi cuerpo, intentando atraparlo mientras susurras a mi oído que jamas escaparé de ellos.
Aparece, aparece de nuevo y no te vayas nunca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario