Es ahora, con más nostalgia que nunca, cuando recuerdo con media sonrisa triste esos días que pasamos juntos, buscando siempre los lugares altos. Todavía, cerrando los ojos, puedo sentir que sigo allí, con en el viento en la cara, un silencio pleno, el sol calentándonos y tú disfrutando de todo esto. Echo de menos la vida simple, el vivir sin horarios y esa felicidad fácil en forma de cigarro.
Y que no daría yo ahora por volver a ver la ciudad sumergirse en la noche, con el humo todavía resbalando en la garganta.
Y que no daría yo ahora por volver a ver la ciudad sumergirse en la noche, con el humo todavía resbalando en la garganta.
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