miércoles, 6 de marzo de 2013

Acariciando nubes

Hoy  no hay nada que resaltar, todo sigue la misma rutina; madrugar, sueño, prisas, estrés y cada vez menos ganas de luchar por conseguir, lo que no hace tanto me propuse.

Es ahora, con más nostalgia que nunca, cuando recuerdo con media sonrisa triste esos días que pasamos juntos, buscando siempre los lugares altos.  Todavía, cerrando los ojos, puedo sentir que sigo allí, con en el viento en la cara, un silencio pleno, el sol calentándonos y tú disfrutando de todo esto. Echo de menos la vida simple, el vivir sin horarios y esa felicidad fácil en forma de cigarro.

Y que no daría yo ahora por volver a ver la ciudad sumergirse en la noche, con el humo todavía resbalando en la garganta.



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