viernes, 15 de febrero de 2013

Regresa

Estás encondida, no sé dónde y ya me canso de intentar encontrate. Se te da muy bien esto de jugar, de jugar conmigo a perderte entre tanta gente gritando por encima de todos que sigues aquí, que no lo olvide.

El tiempo se ha congelado entre mis dedos, los días han dejado de pasar. Sólo lo hacen las noches, esas que consumo tirado en la cama sin poder dormir mientras sueño que llegas y curas el frío de mis sábanas con el ardiente calor de tu cuerpo.

No, no tengo miedo a gritarlo; estoy desesperado por estar contigo, por hacerte mía, para no dejarte huir así nunca más, porque se me va contigo la vida cuando ya no estás, porque realmente no se donde ir ni que hacer sin tenerte cerca. Será que soy un idiota, un imbécil de esos que ya no quedan por ser indiscutiblemente adicto a ti, hasta el último rincón de mi médula.




3 comentarios:

  1. WOW! Realmente no se que decir... Será que encontré eso que yo no podía escribir?
    Si, definitivamente inexorable no sentirme así.

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    1. Todos acabamos por sentir lo mismo, es la forma de expresarlo lo que lo cambia.

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    2. Verdaderamente cierto. Muy buena forma de expresarlo... :)

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